La Alcaldía Mayor de Bogotá, a través de la Secretaría Distrital de la Mujer, puso en marcha un piloto pionero para transformar los frentes de obra en espacios seguros para las mujeres. La iniciativa arranca con el Metro de Bogotá y cuatro constructoras aliadas, y se desarrollará entre septiembre y noviembre de 2025.
El objetivo es claro: garantizar que las mujeres puedan transitar sin miedo ni violencias en zonas que históricamente han sido percibidas como inseguras debido al acoso callejero.
Un entorno de riesgo para las mujeres: Los frentes de obra, con alta presencia masculina y poca visibilidad, se han convertido en escenarios donde las mujeres suelen enfrentar situaciones de acoso. De acuerdo con la Veeduría Distrital, 8 de cada 10 bogotanas han sufrido acoso en la calle, incluyendo miradas morbosas, silbidos y comentarios sexualizados. Estas violencias cotidianas no solo vulneran la dignidad de las mujeres, sino que también restringen su movilidad, generan miedo y afectan su seguridad en el espacio público.
Acciones del piloto: El programa piloto implementará una serie de medidas integrales para transformar la experiencia de las mujeres en estos espacios:
Acciones pedagógicas dirigidas a trabajadores y transeúntes.
Campañas comunicativas que promueven respeto e igualdad.
Señalética preventiva en las zonas de obra.
Dispositivos de escucha ciudadana para atender denuncias y sugerencias.
Con estas acciones, el Distrito busca construir confianza y garantizar el derecho de las mujeres a habitar la ciudad de manera libre y segura.
Una ciudad más segura para todas: La iniciativa se enmarca en la apuesta de Bogotá por convertirse en una ciudad más inclusiva y respetuosa de los derechos de las mujeres. Además de prevenir el acoso callejero, la estrategia busca sensibilizar a la ciudadanía y a las empresas constructoras sobre su responsabilidad en la creación de entornos seguros.
El reto es grande: lograr que estos frentes de obra no sean puntos de riesgo, sino espacios de convivencia y respeto.